domingo, 28 de noviembre de 2010

Revuelta

Me rehuso a cantar los mismos brillos otra vez, caigo en mi propia indecencia inconciente y vuelvo de nuevo a decir ya no más, hasta volver a saltar.
Tomo mi cuerpo, lo alzo en nubes de nada para decir soy yo y nadie más que yo quien quiere saltar al vacío sabiendo lo que abajo puede haber, y a pesar del conchazo milenario. Sí, esta vez yo quiero otra vez!
No voy a arrepentirme de nada de ayer en adelante, que me siga el ritmo siniestro de lo que pasa cada vez que decido entrar en el círculo loco, otra vez, con mi propia conciencia, esa, la macabra que me manejó y ahora dejo que me utilice a sus anchas, paresca lo que paresca... me entierro en la verdad sola, viva y sin sangre, pero obtenga lo que obtenga sabré utilizarlo en el momento indicado.
Agradezco los ángeles que me han llegado, un día lejano como en una agosto triste y negro, y que me acarician hoy llenos de ganas de verme sonreir otra vez. Y es por todos estos "otra vez" que me cojo de las manos, me giró y grito mi libertad, me salto, me arrullo, me convierto y me detengo, porque quiero hacerlo, pero ahora vamos "otra vez" por todo eso que no sale de nadie más que yo...

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