martes, 23 de agosto de 2011

Run Run se fue a los cielos

Porque lo de acá es norte mezclado con inferno. Porque lo de acá es desierto sureño que llora ausencias. Aunque antes de llorar, crea; aunque antes de crear, piensa; aunque antes de pensar, siente; y aunque antes de sentir, vive.

Run Run se nos fue en el más irremediable de las partidas. Dejando a cuestas un amor infinito en violentas olas que no nos dejan... quedamos en el abandono con el vientre cubierto de "quizás", con el dolor perpetuo de que sabíamos que todo era cuestión de tiempo, de minutos, de horas, de días, de semanas, de meses, de años... de eternos años que nos marcan acá en una incansable soledad de ensimismarse en esto: en la nada... otra vez en la nada.

"Y es grande torpeza mía buscar alivio en mi canto"

Ya no sé cual es mi cansancio. Si la desesperanza de vivir este quebranto eterno. Si la desesperanza de que Run Run nunca nunca debió volver. O la desesperanza de no apretar mi sinceridad como a su mano cada vez que la tuve en las mías.

Quebranto de espanto. El corazón no admite que cada palabra engendrada en mis pasiones se vayan con el viento que cubre mi herida. Me entierro en un mundo lleno de vida. Me encierro en la plenitud de la naturaleza. Pero no me encuentro en tu corazón. Me desterré de tan bello amor por sufrir lo que nunca debió suceder; por querer gritar en sus caras sin temer al nunca más. "Camino con una espina en el corazón" mucho antes de que todo se sentenciara. Como pedir, Señor! entonces, que esto se termine, que el tormento fue suficiente, que mi alma no puede más con sus calambres... y que si la vida se fue, venga a coronar la muerte lo que viene... Como lograr, Señor! entonces, que mi corazón maldito deje de funcionar y deje de matarme... como lograr que el sol destiña mis sentir para borrarlos por el maltrato... cómo? Señor! cómo?!

Buscando respuesta encuentro el vacío, porque ni Dios existe ni este amor doliente quiere dejarme.



Me despido de mi haber,

encanto de amor perdido,

que nunca te tuve mío,

sin embargo te quiero beber.

Me despido a mi gruesa fortuna,

que perdí en una gran fiesta,

que a pesar de mi alma somnolienta,

sí quiere luchar por alguna.

Me despido de mi Run Run ausente,

que con este amor sangrando

me dejó sin un legado,

porque nunca fue valiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario