jueves, 5 de mayo de 2011

Quisiera decir tanto, como tanto quisiera y pudiera correr de largo...

Hay vacíos enormes en este espacio. Tengo una sensación de que hoy estaré sola otra vez perdida en la gente que corre sin mucho sentido. Que juega y se distrae a la vez que sufren estrés incontrolable dentro de sí mismxs.
En el otro lugar, en mí lugar, no siento el vacío, me tengo rodeada de lo que tengo y quiero. Tengo mis hazañas más escondidas en aquel lugar. Y en ese lugar ya no te busco. Y alguna vez te tuve a tí también, y por algún motivo te tuve esta noche.
En este lugar, donde estoy ahora, plantada dentro de un sistema irreparable, es que quiero vuelvas, tengas algún recuerdo de esto y pudieras correr, tras la pelota otra vez, acá. Porque es acá donde te necesito, donde mis días serían menos serios y más tímidos, y quisiera volvieran a ser más atrevidos.
En mi lugar, en mi rincón en el que me escondo, sufro. Sufro porque me siento miserable. Y es por tí, y me refiero al otro tú. Miserable porque las confusiones vuelven a mi mente. El temor de saber que está todo perdido vuelve. Y cuando siento que lo perdido está más presente que nunca no lo quiero.
Sin embargo, te necesito a tí... sí, a tí, a quien rehuye constantemente de mis deseos. A quien en el imaginario de un mundo hecho a mano toca la guitarra todo el día, cantando a todxs lxs muertxs que hemos visto caer, y quizás hasta a mí, como otra muerta más en tu historia.
Tengo muchas confusiones, muchas libertades de las que no puedo gozar. Quisiera ahora poder caminar y esconderme de esos fantasmas que no me dejan en paz, y ese fantasma eres tú. Quiero invitarte a vivir otra vez en la irresponsabilidad de no saber que estamos haciendo. Quiero verte otra vez, como aquel día en que me ilusioné con verte, sufrí unos minutos, y apareciste, y ambos tan indiferentes del otro como nunca. Un beso, un abrazo, un nada más, un reproche de porqué te vas así, sin siquiera saber de alguna forma que me has extrañado, y yo sin querer decírtelo tampoco. Con la indiferencia de personas que se ilusionaron un día, pero ya pasó. Es como el nunca más... y creo que sabes que te extraño, porque dentro de mi estupidez te busco, a medias, pero te busco. Con la promesa eterna de que algo nos debemos, algo como una cerveza o un cigarrillo de marihuana. Pero me quedo ahí, intacta, te veo, te siento, te huelo, eternamente quedó tu olor ese día. Sin embargo no quiero reparar en qué es lo que realmente me pasa contigo, porque realmente quiero saber qué es lo que me pasa con el otro "tú". Te
quiero, me gusta estar contigo, pero sobrevivo, aun así, sin tí. Ya no eres imprescindible, pero cuando estás es un gritar "te amo" porque si nos volvimos a ver no es gratis, como nada de esto es gratis. Como nada ha sido gratis, y la indiferencia nuestra -al otro tú- ya retrató el costo de mi error más profundo hacia tí.
Quisiera poder tener un tiempito más para poder determinar mis grandes fracasos y mis grandes amores. Tengo un hilo que no sé donde llega su carril. Y quisiera saberlo. Quizás ya no sea ninguno de ustedes dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario